Dientes que se rompen o se desgastan, cefaleas o vértigos son síntomas asociados al bruxismo, un problema que no siempre es sencillo de diagnosticar. Una vez se ha dado con la causa de los diferentes síntomas, se trabaja en la mejora de la calidad de vida del paciente con férulas de descarga y con fisioterapia.

Si te preguntas por qué es importante la fisioterapia en el tratamiento del bruxismo y no basta con la ayuda del odontólogo, sigue leyendo.

Qué es el bruxismo

Se llama bruxismo al hábito incontrolado de apretar o rechinar los dientes de manera involuntaria y sin un propósito funcional. No debes confundirlo con el reflejo involuntario de castañetear los dientes cuando sientes un frío intenso, porque ese responde a un propósito fisiológico.

Causas de bruxismo

No siempre damos con la causa del bruxismo, aunque sabemos que la ansiedad, la ira y el estrés, en general, desempeñan un papel importante en aquellos casos en los que el bruxismo se presenta durante la vigilia, mientras estamos despiertos.

Sin embargo, si tiendes a rechinar los dientes durante la noche, lo más probable es que tu bruxismo esté asociado a un trastorno del sueño.

Pero existen también una serie de factores que aumentan la probabilidad de tener bruxismo. No son siempre causas directas, aunque han de tenerse en consideración para modificar las que se puedan. Nos referimos a alguno de los siguientes casos:

  • Consumo de ciertas drogas y efectos secundarios de algunos medicamentos.
  • Personas con TDAH.
  • Pacientes con enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y demencia senil.
  • Antecedentes familiares de bruxismo.
  • Edad. El bruxismo es más frecuente durante la infancia y la adolescencia, pudiendo remitir a partir de los 40 años (suponiendo que no esté causado por una lesión neurológica).

Tipos de bruxismo

Los casos de bruxismo se clasifican atendiendo a diferentes parámetros.

Dependiendo de si rechinas o aprietas los dientes, hablamos de bruxismo excéntrico y de bruxismo céntrico, respectivamente.

El apretamiento de los dientes y molares suele causar daños en el cuello de las piezas dentales, es decir, en la zona que comienza a estar tapada por la encía, mientras que el frotamiento o rechinamiento produce desgaste incompatible con la edad, sobre todo en los incisivos.

Por otro lado, solemos distinguir entre bruxismo diurno o nocturno, según se presente mayoritariamente mientras duermes o cuando estás despierto. Incluso, si el bruxismo tiene lugar durante la vigilia, es importante saber si el paciente llega a ser consciente de que está apretando o rechinando los dientes o no.

Por último, se habla de tres grados de bruxismo: leve o incipiente, intermedio o con hábito establecido y bruxismo severo o con hábito poderoso.

Qué puede hacer la fisioterapia por ti

El bruxismo no solo causa daños en tu dentadura, sino que afecta a la articulación temporomandibular (ATM) y suele ser motivo de cefaleas. Es entonces donde la fisioterapia puede hacer más por el paciente que la simple férula de descarga, que no deja de ser una ayuda, en especial para los casos de bruxismo durante el sueño.

Con movilizaciones manuales y masajes, el fisioterapeuta puede ir aliviando la inflamación localizada en la ATM, de manera que esos síntomas dolorosos en sienes o cráneo van cediendo. También podemos recuperar la movilidad o apertura de la boca y restablecer la correcta función de masticación. Dejarás de sentir dolor al masticar a causa de una inflamación localizada.

Como complemento, tu fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios que te ayuden a relajar la musculatura implicada en el reflejo involuntario causado por el bruxismo, para prevenir dolores y daños futuros. Estos ejercicios son el complemento ideal a la ayuda brindada por la férula de descarga, dado que, durante el día, mientras trabajas o haces vida social, no puedes llevarla puesta.

 

El bruxismo no solo causa daños en la boca, por ello requiere de un tratamiento más amplio que el que puede brindar el odontólogo. La fisioterapia soluciona las lesiones en la articulación temporomandibular y las cefaleas debidas al bruxismo, a la vez que ayuda a recuperar la movilidad completa de la boca y a prevenir daños futuros o recaídas en pacientes con el hábito del bruxismo cronificado.