¿Cuándo es mejor aplicar frío o calor? La eterna pregunta. Unos nos dicen que frío y otros calor. ¿A quién le hacemos caso? ¿Qué hacemos? La mejor opción es preguntar a algún experto. De todos modos, desde la Clínica David Marcos (fisioterapia Gandía) te explicamos qué hacer.
Aplicar frío y calor son dos de las terapias más comunes para aliviar los dolores musculares o las molestias en las articulaciones. El problema es que la mayoría de las personas no saben cuando deben aplicar frío y cuando calor. La clave es saber qué tipo de dolor es, si se trata de una lesión reciente o un dolor crónico.
Aplicar frío (crioterapia)
Por norma general, una lesión suele causar una inflamación en la zona afectada, por lo que el frío puede actuar para reducir el flujo sanguíneo y por lo tanto, evitar que se produzca una mayor inflamación. Por eso, se recomiendo aplicar frío en situaciones en las que la lesión acaba de producirse o durante la fase inflamatoria, es decir, durante los primeros tres días después de una lesión.
Si la lesión es reciente, te recomendamos que te hagas 3 aplicacioes de 10 minutos de frío. Entre aplicación y aplicación deberán transcurrir al menos 2 horas.
Por lo tanto, aplicaremos hielo en casos de sobrecargas, roturas de fibras, golpes, esguinces, luxaciones, fracturas o tendiditis.
Y no lo haremos cuando:
- Después de 3 días desde que nos hemos hecho la lesión, ya que retrasaremos el tiempo y la calidad de reparación del tejido.
- Antes de hacer ejercicio, ya que el frío tiene un efecto sedante. La zona podría quedar anestesiada y lesionarnos sin darnos cuenta.
Aplicar calor (termoterapia)
El calor, por su parte, es más recomendado para los dolores crónicos ya que al generar un efecto opuesto, de mayor flujo de sangre, permite que haya una curación más rápida. Por eso, aplicaremos calor siempre que haya pasado la fase inflamataria. El tiempo de aplicación será aproximadamente de 20 minutos.
Aplicaremos calor en caso de contracturas, lesiones por esfuerzo, mala postura, rigidez y antes de entrenar, ya que aumenta la flexibilidad y evita lesiones.
No lo haremos cuando:
- Exista inflamación
- Los tres primeros días tras la lesión
- En casos de anestesia o alteración de la sensibilidad, porque puede haber riesgo de quemaduras.
Baños de contraste frío-calor
Los baños de contraste frío-calor son una herramienta muy útil para mejorar la recuperación de fracturas y tras la inmovilización con vendajes o escayolas.
Comenzar por el agua caliente y terminar según en cada caso en una u otra. El agua fría debe estar entre 10-20º grados, estaremos 1 o 2 minutos y terminaremos en el agua fría si la lesión aún está caliente. En cuanto al agua caliente, deberá estar entre 38-44º grados, estaremos entre 4 y 6 minutos y terminaremos en calor si la lesión está fría, rígida y más cronificada.
Se recomienda hacer baños de contraste cuando:
- Estamos en la fase inicial/media de la rehabilitación, previo a esta.
- Recuperación de esguinces de tobillo, fracturas del pie y tobillo y todo tipo de lesiones con inflamación y edema.
Muy útil en el sudeck.
Sus efectos son:
- Aumento del riego sanguíneo y estimulación de vasodilatación y vasoconstricción.
- Limpieza de los tejidos y reducción de los edemas.
- Disminución de la rigidez y dolor previo a la rehabilitación y ejercicio.
En la Clínica David Marcos (fisioterapia Gandía) queremos lo mejor para ti. Cualquier duda, ponte en contacto con nosotros.
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