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Al escuchar la palabra presoterapia, a mucha gente se le viene a la mente un spa o un centro de medicina estética debido a que se hizo popular a partir de sus aplicaciones para reducir la celulitis y mejorar el drenaje linfático. Sin embargo, esta técnica no invasiva también tiene aplicaciones en el mundo de la fisioterapia, donde además de aliviar calambres y otras molestias, permite reducir los tiempos de recuperación en algunos pacientes.
Como es evidente, los equipos de presoterapia empleados por profesionales sanitarios son más complejos y presentan muchas más posibilidades, como sucede con la tecnología Aerify. Vamos a ver cuándo está indicada la presoterapia en fisioterapia, con fines que van más allá de una eventual reducción volumétrica.
La presoterapia consiste en la mejora del drenaje linfático y del retorno venoso mediante la aplicación de un gradiente de presión.
También se puede utilizar la maquinaria más avanzada en presoterapia para sustituir a un masaje de drenaje linfático o para disfrutar de los beneficios de ambas técnicas.
Los pacientes con problemas en el retorno venoso y quienes, por una enfermedad o por embarazo, tienden a retener líquidos en los miembros inferiores, sienten un gran alivio en cuanto se someten a las primeras sesiones.
También se emplea para ayudar en el tratamiento del lipedema y para evitar que unas varices incipientes o de grado medio avancen, En casos leves, se puede llegar a la recuperación completa.
Por último, pero no menos importante, es posible utilizar la presoterapia para disminuir la inflamación localizada en ciertas lesiones traumatológicas y para reducir los tiempos de recuperación. En estos casos, se mejora el retorno venoso para favorecer el proceso de regeneración natural y/o para controlar el dolor sin necesidad de tanta analgesia.
Es obvio que las aplicaciones más clínicas de la presoterapia solo pueden dejarse en manos expertas y que cada caso será estudiado con anterioridad por el especialista encargado del paciente.
En el caso de las mujeres embarazadas, la presoterapia solo se puede aplicar en las extremidades, pero sin llegar a presionar nunca el abdomen. Esto no supone problema porque lo que más demandan estas pacientes es un alivio de la pesadez en las piernas y la retención de líquidos en pies y tobillos.
Sin embargo, hay una serie de pacientes, de cualquier género y edad, que no deben someterse a presoterapia. Entre ellos se encuentran las personas que tengan:
Además, en casos de algunas enfermedades crónicas de la piel, recomendamos consultar con su dermatólogo. Es probable que estos pacientes no deban aplicarse presoterapia mientras presenten un brote activo.
La tecnología Aerify aplica la compresión neumática del aire y ofrece seis programas diferentes para conseguir distintos objetivos, desde los estéticos hasta la recuperación deportiva.
Permite presiones de hasta 240 mm de Hg, más elevadas de lo habitual, y divide las botas en ocho cámaras, con la posibilidad de anular la presión en una de ellas o más si se necesitara.
La tecnología Aerify ha sido avalada por profesionales de la Medicina Deportiva y de la Fisioterapia.
Resumiendo, la presoterapia se basa en ejercer presiones graduales y controladas para mejorar el drenaje linfático, reducir edemas y acortar los tiempos de recuperación. También tiene aplicaciones estéticas, en especial en el tratamiento de la celulitis, y sirve para mejorar la calidad de vida de pacientes con afecciones como piernas cansadas o varices.
Existe diferencia en la complejidad y posibilidades de la presoterapia dependiendo de la tecnología utilizada. Los aparatos más sofisticados, como los que cuentan con la tecnología Aerify, se suelen ver en centros médicos, incluyendo los de Medicina Deportiva, y en consultas de fisioterapeutas.
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